“Vamos a seguir luchando. Es una victoria incompleta”

♠ Posted by David Santana in at 10:07

indocumentados de Estados Unidos, los dreamers o soñadores, nació en 2008 producto de una derrota: la DREAM Act, una reforma frustrada que debía garantizar el acceso a la educación a los sin papeles y abrirles un camino hacia la ciudadanía. Desde entonces, los soñadores no conocen el fracaso, pese a que sus victorias tienen siempre un sabor agridulce. La iniciativa del presidente Barack Obama sobre inmigración es, en gran medida, deudora del trabajo de los activistas de United We Dream, como lo fue el programa DACA, que impide la deportación de estudiantes indocumentados. Pero la lucha, dicen sus miembros, no ha hecho más que empezar.

 “Es un victoria grande, pero una victoria incompleta”, explica a EL PAÍS Cristina Jiménez, ecuatoriana de 30 años, líder de United We Dream y una de las personas jóvenes más influyentes de Estados Unidos. “Cinco millones de beneficiados son muchos, pero otros siete millones se han quedado fuera. Aunque lo asumimos y celebramos como un éxito, también nos sentimos defraudados. Tuvimos la misma sensación cuando conseguimos DACA. No fue una victoria completa, pero cambió la vida a cientos de miles de personas. Fue doloroso no conseguir todo lo que pedíamos, pero también mucha gente pudo levantarse un día sin miedo a ser deportada”, añade. 
Seis años después de su nacimiento, United We Dream es un actor fundamental en la cuestión migratoria en Estados Unidos. Los colectivos estudiantiles de indocumentados surgidos en la primera década del nuevo siglo, desconectados entre sí, limitados a sus ciudades o condados, se han convertido en una organización en red que da la batalla por todos los inmigrantes sin papeles, que tiene sedes en la mitad de los Estados, que trabaja para formar líderes políticos capaces de ser elegidos para puestos de relevancia desde los que defender sus objetivos y que, tal vez lo más importante, fiscaliza el cumplimiento de las reformas legales.
“Hemos luchado muy duro hasta llegar hasta aquí y ahora no vamos a parar. La iniciativa de Obama es temporal. El próximo presidente puede anularla. Vamos a defenderla y ayudar a que se cumpla. Queda mucha gente vulnerable. Nuestros padres, los padres de losdreamers, siguen siendo deportables. Sigue el drama para ellos y para nosotros. Esto no es el final de nada. Es solo el principio”, defiende Jiménez.
Los problemas administrativos de la aplicación de la iniciativa de Obama no son un tema menor. Los beneficiados van a tener que hacer trámites complejos, contratar abogados, presentar documentos... Muchos no culminarán el camino, temerosos del carácter unilateral y temporal de la acción. Hasta ahora, buena parte de esa cobertura la ofrecían organizaciones como United We Dream. Está por ver que la Administración responda con medios y eficiencia. Una mala aplicación de la ley puede provocar más frustración que una ley inexistente, advierten los dreamers.

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